Este verano está siendo especialmente duro con respecto al calor. Estamos a mediados de agosto y ya hemos tenido varias olas de calor, especialmente virulentas en el centro norte de la península ibérica. A las temperaturas extremas se ha unido la falta de aire acondicionado en el norte del país, así como la poca costumbre que tienen nuestros compatriotas de esta zona a pasar noches tropicales y temperaturas por encima de los 40ºC.
A estas temperaturas tan altas se suman las restricciones del Gobierno con respecto a la temperatura de los aires acondicionados, así como la falta de previsión y consenso del mismo. Son muchos nuestros clientes, sobre todo en la zona norte del país, que han optado por la instalación de láminas de control solar para poder reducir la temperatura del interior de sus negocios.
Como todos sabemos a estas alturas del verano, el Gobierno ha lanzado un decreto ley mediante el cual, la temperatura máxima de los negocios se establece en 27ºC. Sin embargo, una temperatura en nuestro aparato de aire acondicionado de 27ºC se traslada a una temperatura real en el ambiente de más de 30º, y esto en negocios como pescaderías, fruterías, carnicerías, etc. es totalmente inadmisible.
Pero los problemas no se quedan aquí. Existen muchos más negocios que el Gobierno, en su acostumbrada improvisación, a pasado por alto y esta imposición de temperatura mínima hace que sea prácticamente imposible trabajar con comodidad. Por ejemplo, imaginen el trabajo en peluquerías por encima de los 30 grados, en criadores de bull terrier o cualquier otro tipo de animales o el trabajo en clínica de estética. Es simplemente imposible desarrollar el trabajo con profesionalidad, además de la incomodidad que supone para los propios clientes de los establecimientos.
Después de un par de años de pandemia, una subida escandalosa de los precios de materias primas debido a la inflación y la electricidad y gasolina por las nubes, el Gobierno regala un despropósito más para autónomos y emprendedores; una pérdida de clientes debido a las temperaturas inhumanas con la que nos obliga a trabajar en muchos negocios de nuestro país.